jueves, 5 de enero de 2012

Episodio 1, parte 2

Adrián no era el único que me acompañaba en este viaje. Físicamente si, pero mentalmente no. En casa me esperaba John, con tantas ganas como yo, o incluso mas, de visitar la tumba de mi madre. 

Jhon es mi hermano pequeño. Bueno, no es mi hermano, pero le quiero como si lo fuese. Jhon es adoptado.
Tiene 15 años, y llego a mi casa cuando el tenia 7. Aun lo recuerdo, asustado y con los ojos llorosos, con la melena rubia alborotada. Recuerdo como entro en nuestra casa, con solo una pequeña mochila roja, y un oso de peluche en la mano. Miraba a todos lados, como si todo lo que tenía alrededor fuese peligroso. Seguía teniendo el pelo rubio, aunque ya no lucia esa melena, ni tampoco había ni rastro de esa mirada insegura, con miedo. La familia de John y mi madre trabajaban juntas. En un desgraciado accidente, toda su familia se contagio por un virus nuclear. Un virus usado en la 3ª guerra mundial. Todos. Menos él. Aquel niño de melena rubia fue el único superviviente. Tuvo que sufrir la muerte, lenta y dolorosa de todos sus familiares. Uno tras otro. Ver como les borraba la sonrisa, ver como no se podían ni mover, ver como se marchitaban poco a poco.  A mi madre se le rompía el corazón. No podía permitir que aquel niño sufriese la muerte de todos sus seres queridos. Lucho, hasta que consiguió la custodia de aquel pequeño niño. Evito que fuera a un orfanato, evito que sufriese mas. Mi madre fue la última persona que vio con vida a Mercedes, la madre de John. Murió en sus manos, minutos después de haberle firmado todos los papeles cediéndole la custodia. Mi madre nunca hablo delante de nosotros de la muerte de Mercedes, pero yo que soy muy astuto me escondía detrás de las puertas para escucharlo todo. Por lo que descubrí, Mercedes murió sin gritar, sin emitir dolor. Solo susurrando el nombre de su hijo, e implorando a mi madre que lo cuidase.

Fui muy injusto con John.
Es una de las cosas que nunca me perdonare.
Ahora pienso así, antes no lo hacía. Yo era un crio de trece años que veía a otro chico llorar la muerte de mi madre. Él era el que se llevaba la mayoría de los ánimos, el que más gente tenía alrededor. Yo no lo entendía. ¿Cómo podían hacerle caso más caso a él, si ni siquiera era su madre la que había muerto? Me costó entenderlo. En menos de cinco años, ese chico había perdido a su madre dos veces. Dos veces. Había sufrido el doble que yo. Cada vez que el establecía una familia, alguien se la destruía.
Fui muy injusto.
Me di cuenta hace relativamente poco de esto, hasta este momento yo había tratado a John, como a un invitado; pero el no, el me trataba como si fuese su familia. Había sido muy egoísta. Mi familia era mía, solo mía y no la iba a compartir. Mi madre no me había inculcado esos valores.
John se rió el día que le hable de esto. Era su manera de evitar estos temas, pasaba por encima de ellos. Parecía ser inmune a todo esto. Me dijo que no pasaba nada, que lo entendía, que no tenia ni que habérselo comentado.
Siempre he envidiado la forma en la que piensa y actúa, la poca importancia que le da a los problemas. Probablemente todo lo que ha sufrido anteriormente le hace actuar así. El me lo confeso una vez. “He pasado tantas cosas malas en esta vida, que todo lo que se me ponga por delante no merece ni la menor preocupación”.

Y en el fondo era así. John se había echo fuerte a si mismo. Había conseguido convertir sus debilidades en su mayor fortaleza.

John era tan genial a veces.











Dejen sus comentarios comentando lo que les parecio, por favor :)

3 comentarios:

  1. Me encanta, esta muy interesante!!

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  2. Pero no pongais anonimo :(

    GRACIAAAAAAAS (:

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  3. Hola, me llamo Anónimo Gonzalez y me gusta mucho tu historia, espero que la continues y que sigue así de bien. Saludos :)

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