martes, 3 de enero de 2012

Llego la hora.
Alli estaba, tirado en el suelo, esperando a su destino. La herida de la cabeza ya no le importaba, no notaba el dolor. Sentia la sangre caer, pero no tenia tiempo para pensar en ello. Ni siquiera intento gritar, probablemente tampoco le oirian. Ya habia logrado su objetivo. Y ahora alli estaba, con aquella silueta delante de el. A pocos segundos de morir. Ya no habia vuelta atras. No podia sentir su mano derecha, y con la izquierda no conseguia recuperar ningun arma.
Era el fin.

Al menos mi muerte va a servir para algo, penso. Asi murio, sin emitir dolor, solamente sintiendose orgulloso de lo que acababa de lograr.

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